La primera parroquia del arciprestazgo, y de la diócesis, en la que se realiza la visita pastoral de nuestro obispo. Ha sido un momento de acompañamiento, de encuentro, de cercanía, de agradecimiento. La presencia de don Santiago en esta semana ha sido valorada por la comunidad parroquial, porque lo hemos sentido uno más de nosotros. Como decía don Santiago, él estrenaba visita pastoral y nosotros también.
Tras la Eucaristía arciprestal de inicio que se celebró el pasado día 5, la visita comenzó en nuestra parroquia el martes 8, con un encuentro con las familias de catequesis, junto con los niños y catequistas. Hubo un diálogo acerca de diversas cuestiones e inquietudes de los padres sobre la educación en la fe de sus hijos, sobre su implicación en el proceso de catequesis y el acompañamiento en la fe que deben prestar a sus hijos, se plantearon cuestiones acerca de la mutua implicación de la familia, la escuela y la parroquia en ese proceso. Don Santiago mantuvo después una reunión con los catequistas.
El día siguiente se dedicó al encuentro con la comunidad parroquial, y las áreas pastorales. Se presentó la comunidad al obispo, y se dialogaron diversas cuestiones pastorales. También hablamos sobre el barrio, sobre la Parroquia, y sobre cuestiones que queremos incorporar al Plan Pastoral de este año, poniendo el acento en la Evangelización. También a lo largo de esos diálogos don Santiago hizo interesantes aportaciones que recoger en el Plan Pastoral.
Tanto el martes como el miércoles el obispo celebró, con sencillez la Eucaristía con la comunidad. La tarde del jueves estuvo íntegramente dedicada a la visita a los mayores y enfermos en sus casas. Don Santiago, acompañado del párroco y de miembros de Pastoral de la Salud, llevó la Comunión a los mayores, celebró el Sacramento de la Reconciliación y se acercó fraternalmente a ellos.
El viernes por la tarde hubo una reunión con el párroco, otro encuentro con militantes de la HOAC, y la celebración del Triduo a la Virgen del Pilar, con la celebración de la Eucaristía final de la Visita Pastoral.
Tal como expresamos en la Eucaristía final, nuestra comunidad vive con agradecimiento y cercanía esta presencia de Don Santiago; nos hemos sentido acompañados, animados, confirmados, y queridos.
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